Las mujeres tienen menos probabilidades de sufrir pérdida de cabello. Sin embargo,  el problema existe en el 25% de los representantes del sexo débil, que tienen entre 25 y 40 años de edad. Después de los cuarenta, se produce un importante adelgazamiento del cabello en la mitad de la población femenina.

El resultado de la pérdida intensiva del cabello es un adelgazamiento severo del cabello, que se nota en las miradas indiscretas. Sin embargo, la alopecia femenina solo en casos excepcionales puede conducir a una pérdida completa del cabello. Dado que la pérdida de cabello en las mujeres conlleva una fuerte disminución del atractivo, un fuerte malestar psicológico, ¡Es necesario tomar el problema en serio!

Tipo I. En esta etapa, la pérdida de cabello se considera leve. La mayoría de las mujeres pueden tener dificultades para darse cuenta de que se ha producido una pérdida de cabello, ya que la línea frontal del cabello no se ve afectada. Sin embargo, la pérdida de cabello puede ocurrir en la parte superior y frontal del cuero cabelludo. Dicha pérdida de cabello puede notarse cuando el cabello se separa en el centro del cuero cabelludo, ya que cada vez se hará más visible con el tiempo.

Tipo II. La pérdida de cabello tipo II se considera moderada. En esta etapa, las mujeres pueden notar cada uno de los siguientes aspectos: adelgazamiento, desprendimiento, disminución general del volumen y una parte central que continúa ampliándose con el tiempo. Dependiendo de la gravedad, un procedimiento de trasplante de cabello puede ser una opción viable para las mujeres que exhiben una clasificación de Tipo II.

Tipo III.  Es la clasificación final y más extrema de la pérdida de cabello en la mujer. En esta etapa, el cabello es tan delgado que tiene dificultad para camuflar el cuero cabelludo, haciéndolo visible a simple vista. Esto puede empeorar por una serie de factores, que incluyen la miniaturización del cabello, el adelgazamiento progresivo y la pérdida extensa.